La educación de adultos se fundamenta en un criterio aplicable a otros terrenos educativos: el de la formación permanente y continuada, a través de la cual cualquier persona se inserta en un proceso de aprendizaje y reciclaje de los conocimientos a lo largo de su vida.
A nivel internacional el fomento de la educación de adultos se promovió tras el fin de Segunda Guerra Mundial con el impulso dado por la Unesco y desde finales de la década de los años 1970 se incorporó a las premisas del Estado de Bienestar.
En el caso concreto de las Escuelas de Adultos institucionales, el objetivo principal es superar las desigualdades sociales y favorecer la inclusión integral de las personas sin títulos académicos o sin formación en campos recientes (como la ofimática), por tal que estas carencias no impidan su desarrollo laboral y de relaciones sociales.
El uso de ordenador, teléfono móvil, la rápida evolución de estas tecnologías solo pueden aplicarse en adultos recibiendo esta formación de contínua. Las escuelas de adultos están haciendo mucho bien a las personas mayores porque les ha abierto muchas puertas a la enseñanza de informática y las nuevas tecnologías.
Es verdaderamente aleccionador ver cómo algunas personas se siguen instruyendo, cómo se interesan por aprender cosas nuevas. Mientras que en el otro lado, nos encontramos con otro tipo de personas con una actitud derrotista, como se sumisión al destino. Ya no quieren aprender que, dizque, por viejos. El tema del aprendizaje es, la verdad, algo muy interesante, porque, entre otras cosas, reestructura el cableo neuronal y, además, recrea nuevas células cerebrales. Es decir, permite, a la par, la neuroplasticidad y la neurogénesis.
ResponderEliminarY, bueno, también he tratado de hacer un blog, en donde hablo sobre el flujo o Flow aplicado a la educación. Quieres verlo?
http:www.fluirenlaeducacion.blogspot.com